viernes, 31 de enero de 2014

¿Qué es el aprendizaje autorregulado y cómo debemos incentivarlo en los alumnos?





El término de aprendizaje autorregulado, o también conocido como “aprendizaje autónomo”, se ha convertido en una de las metas principales perseguidas por el sistema educativo.

Se trata de capacitar al alumno con las herramientas necesarias  para que dé respuesta a las demandas sociales y sea participante activo de su  propio aprendizaje, desarrollando de esta manera las competencias de “aprender a aprender” y de “autonomía personal”.

Un alumno que es capaz de autorregularse es aquel que sabe cómo planificar su proceso de aprendizaje y posee herramientas eficaces que le permiten controlar la situación. No estamos hablando de alumnos con “altas capacidades”, sino de alumnos que si se equivocan, saben reflexionar y superar los problemas.

El contexto es una de las piezas clave para que el alumno aprenda a regular su aprendizaje. Supone adoptar un nuevo enfoque de enseñanza que se  centre en el alumno y en su aprendizaje. Como maestros, podemos educar a nuestros alumnos en un contexto que se ajuste a sus necesidades. Es decir, crear un ambiente realista y práctico, partiendo de sus intereses, haciéndoles participe de toma de decisiones, situaciones del “día a día” … para que de este modo consigamos altos niveles de motivación en nuestros alumnos y sin dejar de lado los objetivos de aprendizaje.

Una forma de diseñar actividades en la que se fomente el aprendizaje autorregulado, es el trabajo mediante proyectos. Se trata de partir de un tema de interés general, donde los alumnos son protagonistas de su aprendizaje mediante tareas de elaboración, obtención de información, de reflexión y puesta en común. De esta manera, el estudiante es participante activo y puede llevar a la práctica lo aprendido.

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